- Pensamiento Reactivo: es aquel regulado por la memoria, el más primario, básico y fundamental que garantiza la sobrevivencia y la aportación al medio. Se da cuando están de por medio emociones como la ira, el coraje, el terror, es decir, en situaciones de emergencia. Se dice que es reactivo porque el tipo de procesamiento es tan inmediato que sólo se reacciona.
- Pensamiento Lateral: se encuentra regulado por la emoción,
es un tipo de procesamiento analógico en donde el tiempo es circular, subjetivo
e intuitivo. Este pensamiento se relaciona con la llamada inteligencia
emocional.
- Pensamiento Lógico: se desprende de las relaciones entre
los objetos y procede de la propia elaboración del individuo. Surge a través de
la coordinación de las relaciones que previamente ha creado entre los objetos.
Se ha de tener en cuenta las diferencias y semejanzas entre los objetos que
sólo existen en la mente de aquel que puede crearlas. Por eso el conocimiento
lógico no puede enseñarse de forma directa, sin embargo se desarrolla mientras
el sujeto interactúa con el medio ambiente.
El pensamiento lógico sirve para analizar,
argumentar, razonar, justificar o probar razonamientos. Se caracteriza por ser
preciso y exacto, basándose en datos probables o en hechos. Además, es
analítico (divide los razonamientos en partes) y racional, sigue reglas y es
secuencial (lineal, va paso a paso).
- Pensamiento Unificado o Integrador: está regulado por la
voluntad; resulta de la madurez del observador o persona reactiva animal,
lateral o lógico. Permite una visión integral de la realidad y puede pasar de
un hemisferio a otro, permitiendo el libre acceso y fluir en los distintos
tipos de pensamiento de modo que se pueda captar un mismo problema desde
diferentes realidades, ópticas y dimensiones de análisis.
Ana Belén Ballester Martínez
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